Introducción
En los últimos años se ha producido en la población un aumento del interés por los productos naturales. Podemos observar cómo se han ido incluyendo de forma gradual diversos alimentos tropicales en la dieta occidental que, además de proporcionar un exquisito sabor, poseen propiedades saludables. Entre estos nuevos “alimentos saludables” se encuentra el mangostán, un fruto de origen asiático, perteneciente a la familia de las Gutíferas y considerado en Tailandia como “la reina de las frutas” (1). Fue nombrado en su acepción científica, Garcinia mangostana, en honor al sacerdote y explorador francés Laurentiers Garcin, al que se atribuye su descubrimiento en las islas de la Sonda y las Molucas (2). Actualmente, podemos encontrarlo en diferentes países del Sudeste Asiático tales como la India o y posteriormente fue introducido en Brasil, donde también está siendo cultivado (3).
La Garcinia mangostana es del tamaño de una mandarina, pesa entre 80 y 140 gramos y en ella podemos diferenciar tres componentes: el pericarpio o corteza, de coloración púrpura; la pulpa o endocarpio que consta de 4 a 8 segmentos oblongos de color blanco y sabor agridulce (parte comestible) y, por último, de dos a tres semillas, (1, 2).
El mangostán contiene una gran variedad de sustancias biológicamente activas entre las que podemos incluir catequinas, compuestos polifenólicos (mayoritariamente flavonoides, taninos y antocianinas) (1) y otros compuestos como polisacá-ridos, vitaminas (B1, B2, B6 y C) y minerales (K, P, Ca y Fe) (2). Además de los compuestos citados, el mangostán es una fuente muy rica en Xantonas (4). Éstas son de naturaleza fenólica y tienen una estructura química compuesta por un sistema aromático tricíclico (C6-C1-C6). Isoprenos, grupos metilo e hidroxilo ubicados en los anillos A y B le proporcionan versatilidad y dan lugar a la gran variedad de principios activos (5). En la actualidad, de los 200 tipos de xantonas conocidas en la naturaleza, se han aislado e identificado aproximadamente 70 tipos diferentes en el mangostán, siendo las más estudiadas: α-mangostina, β-mangostina, γ-mangostina, garcinona E, 8-desoxigartanina y la gartanina (3).
Durante siglos el pericarpio de esta fruta ha sido utilizado en medicina tradicional del Sudeste Asiático para el tratamiento de diarrea y algunos procesos inflamatorios (6), infecciones de la piel y heridas (7), disentería amebiana (8), etc. Fue en el año 1958 cuando se descubrió por primera vez la α-mangostina (principal componente de la corteza). A partir de ese momento surgió un gran interés científico por estudiar todos sus compuestos químicos y los beneficios que estos podrían aportar a la salud (1). Son varios los estudios que han demostrado las propiedades beneficiosas de esta fruta, atribuidas a sus compuestos químicos; entre ellas, podemos destacar: una buena capacidad antioxidante (1, 3), actividad antiinflamatoria (3, 9, 10), actividad antican-cerosa (11, 12, 13), actividad antibacteriana, antiviral y antifúngica (14, 15), regulación de algunos síntomas neuropsiquiátricos y cognitivos (1, 16) y prevención contra la obesidad (17, 18).
La importancia de las plantas medicinales sigue presente en la sociedad a pesar del crecimiento de la industria farmacéutica. La OMS ha contribuido a fortalecer el reconocimiento de la función que los productos naturales ejercen en la atención de la salud trabajando en el estudio de su calidad, seguridad y eficacia (19).
La escasa utilización de terapias naturales, sobre todo como complementos alimenticios, se debe al desconocimiento de las ventajas que éstas pueden producir en la salud. Por tanto, cabría destacar que los profesionales de Atención Primaria de Salud, presenten predisposición e interés por el tema, ayudándose del conocimiento científico; ya que sus consejos y recomendaciones son fundamentales para la población.
La presente revisión bibliográfica tiene el objetivo de dar a conocer el mangostán y sus propiedades sobre la salud.
Principales propiedades biológicas del mangostán
Capacidad antioxidante
Son varios los estudios publicados sobre la capacidad antioxidante del mangostán. Dicha actividad es debida a la acción de varias sustancias bioactivas presentes, en su gran mayoría, en el pericarpio, tales como xantonas, ácidos fenólicos y flavonoides, que tienen potentes aplicaciones como agentes terapéuticos y como ingredientes para elaborar alimentos funcionales. Además, el contenido de estas sustancias en esta fruta está relacionado con su estado de maduración. Cuando la cáscara de la fruta se encuentra en las primeras etapas su contenido fenólico total es mayor que en etapas más maduras, pero la fruta madura tiene mayor contenido de flavonoides que la fruta joven. Y en estadios inmaduros el pericarpio posee doble capacidad antioxidante (20).
La importancia de los compuestos antioxidantes radica en el hecho de que nos ayudan a combatir las especies reactivas de oxígeno/nitrógeno (ROS/RNS) que son conocidas por estar implicadas en la patogenia del envejecimiento y numerosos procesos patológicos (21,22).
Mantener el equilibrio entre oxidantes y antioxidantes en el organismo es esencial para la salud. Los ROS y RNS, son productos, del metabolismo oxidativo de los macro-nutrientes (23), que pueden provocar daños sobre los componentes celulares. En condiciones normales, contamos con una red de enzimas antioxidantes que nos ayudan a contrarrestar el exceso de ROS o RNS, protegiéndonos (23,24). Diversos investigadores han postulado que muchas enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, hipertensión, trastornos neuro-degenerativos, son el resultado de dicho estrés a largo plazo (22,25).
Se ha demostrado que algunas de las sustancias presentes en el mangostán, como flavonoides y compuestos fenólicos, desempeñan un gran papel en el estrés oxidativo, por ser excelentes antioxidantes (26). Además, se ha visto que existe correlación entre la actividad antioxidante y estructura química de los compuestos bioactivos de esta fruta. La introducción de grupos OH en los carbonos C-3 y C-6 disminuye la capacidad antioxidante y en la posición C-5 ofrece una mejor actividad de captación ROS (4).
También ha sido comparada la eficacia de extractos de la cáscara de Garcinia mangostana con extractos de cáscaras de otras frutas, mostrando mejor actividad antioxidante que el caqui (27), limonia (28), plátano, coco, fruta del dragón, largo-gong (29, 30), fruta de la pasión (29) y hojas de lima kaffir (30).
Un compuesto que tiene una importante capacidad antioxidante es la α-mangostina, la cual constituye el 69% del total de xantonas presentes en esta fruta (3). Además se sabe que evita la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), que desempeñan un papel importante en la arterioesclerosis (32). En un estudio realizado en ratas con infarto miocárdico, α-mangostina impidió la peroxidación lipídica provocada por el estrés oxidativo, ejerciendo un efecto protector sobre la integridad de la membrana del miocardio (33).
Pedraza-Chaverrí y colaboradores también han demostrado experimentalmente la capacidad de α-mangostina para desactivar ROS en células del cerebelo (34). En otro estudio se comprobó que los extractos de mangostán presentan actividad neuroprotectora, previniendo la oxidación en células de neuroblastoma (31).
Asimismo, otras 16 xantonas han sido estudiadas en un ensayo de captación de radicales hidroxilo, encontrándose una gran actividad en γ-mangostina(35).
La capacidad antioxidante y la biodisponibilidad de las sustancias bioactivas de la fruta también ha sido valorada en humanos con la ingesta de un suplemento rico en xantonas. Trascurridas cuatro horas de la administración, los sujetos presentaron una buena capacidad antioxidante, incrementándose en un 18%. Esto demostró los efectos antioxidantes de la fruta in vivo (36).
Otro estudio realizado en humanos, determinó la disponibilidad fisiológica de α-mangostina a través de una bebida rica en xantonas. Para ello, el grupo experimental recibió una dosis diaria de 245 ml de dicha bebida frente al grupo placebo. Tras analizar las muestras de sangre, se pudo observar que la capacidad antioxidante en el plasma del grupo experimental aumentó un 60%, 1 hora después del consumo de la bebida. Estos valores fueron disminuyendo gradualmente hasta estabilizarse entre las 4 y 6 horas. Por lo tanto, se pudo observar una notable biodisponibilidad de α-mangostina, así como una actividad antioxidante, lo cual también constata los efectos antioxidantes de Garcinia mangostana, in vivo (37).
Actualmente, el extracto del mangostán es popularmente utilizado como suplemento alimenticio debido a sus importantes propiedades, entre la que destaca la capacidad antioxidante (20).
Actividad antiinflamatoria
El proceso inflamatorio es una reacción defensiva de nuestro organismo contra diferentes estímulos cuyo origen puede ser diverso.
El problema del proceso inflamatorio surge cuando el organismo dirige su respuesta hacia el organismo, provocando lesiones de tejidos u órganos sanos (38). Por esto la inflamación se ha vinculado con la patogenia de numerosas enfermedades crónicas como artritis reumatoide (39), asma, diabetes tipo 2, psoriasis, esclerosis múltiple, aterosclerosis, cáncer (40), enfermedad inflamatoria intestinal (41), etc.
Diversos estudios han evidenciado la actividad antiinflamatoria de las xantonas del mangostán, hecho que justifica, su uso en medicina tradicional para el tratamiento del dolor, inflamación y heridas (1).
Además se han identificado algunas de las moléculas que presentan dicha actividad, siendo α-mangostina y γ-mangostina (42).
Un estudio evaluó los efectos terapéuticos de estas xantonas en un modelo de ratón con asma, demostrándose que la administración de α-mangostina y γ-mangostina redujo significativamente los síntomas de esta patología (9).
Nakatani y colaboradores estudiaron los efectos antiinflamatorios de diferentes extractos de Garcinia mangostana en ratas, encontrando que inhiben la síntesis de prostaglandinas E2, las cuales son las principales mediadoras del proceso inflamatorio. Su secreción provoca, vasodilatación, aumento de la permeabilidad vascular y aumento de la sensibilización de los receptores periféricos del dolor (10).
También evaluaron el efecto de γ-mangostina en la liberación espontánea de prostaglandina E2 y en la expresión del gen COX-2 (enzima encargada de sintetizar prostanoides, ante estímulos proinflamatorios) en células. Tras 18 horas de la administración, se comprobó que γ-mangostina redujo la actividad de la enzima COX-2 y con ello la producción de prostaglandinas E2. También se demostró que esta xantona no inhibe la expresión de COX-1 (enzima que desempeña un papel importante en la síntesis de prostanoides en condiciones fisiológicas, regulando funciones como la protección gastrointestinal, la homeostasis vascular, la hemodinámica renal y la función plaquetaria), un hallazgo muy importante si tenemos en cuenta que hasta el momento ningún antiinflamatorio no esteroideo disponible ha demostrado tener un efecto inhibidor selectivo, y sin producir efectos adversos graves, sobre COX-2 (43). En dicho estudio también se pudo demostrar que γ-mangostina ejerce una actividad farmacológica preventiva en la activación de NF-kB (factor transcripcional, regulador de un amplio número de genes involucrados en la respuesta inmune e inflamatoria, cuya activación se produce en presencia de citocinas proinflamatorias, o radicales libres), mediante la inhibición de la enzima IKK (enzima encargada de la degradación de IkB,). In vivo, se analizó la actividad antiinflamatoria de la misma xantona en ratas con edema en la pata trasera, observándose una disminución del edema y de la reacción inflamatoria (44).
Tewtrakul y colaboradores midieron los efectos de los compuestos de Garcinia mangostana sobre mediadores inflamatorios en macrófagos. Se analizó el impacto del extracto de esta fruta junto con α- y γ-mangostina en la producción óxido nítrico (NO), prostaglandina E2, factor de necrosis tumoral alfa y la interleucina-4. Finalmente, se pudo observar que tanto el extracto como las xantonas, ejercen un potente efecto inhibitorio sobre la liberación de NO y PGE2, siendo menos importante en TNF-α e IL-4 (45).
También se ha demostrado la actividad antiinflamatoria de otros compuestos aislados de Garcinia mangostana, mangostenona F e isogarcinol.
Los efectos antiinflamatorios de la xantona mangostenona F han sido evaluados en un estudio reciente donde se ha podido demostrar que esta xantona suprime la producción de MAPK (proteínas cinasas activadas por mitógenos que participan en la activación de enzimas metabólicas, factores de transcripción y otras cinasas, mediante fosforilación), NF-kB y AP-1 (factores de transcripción que participan, entre otros, en la respuesta inflamatoria), lo cual indica que mangostenona F puede ser considerado como un potencial agente antiinflamatorio para el tratamiento de enfermedades inflamatorias (40).
Fu y colaboradores fueron los primeros en comprobar la actividad inmunosupresora del compuesto isogarcinol. En el estudio se determinó el efecto tanto inmunitario como antiinflamatorio de esta xantona en ratones con artritis; Observándose que la administración oral de isogarcinol, redujo los síntomas de esta patología (46).
La actividad aintiinflamatoria de β-mangostina ha sido analizada en un estudio realizado en ratas. Esta xantona actuó sobre el proceso inflamatorio desencadenado durante una peritonitis, disminuyendo los niveles de TNF-α e IL-1β (citocinas proinflamatorias) en el líquido peritoneal. Esto apoya el uso tradicional del pericarpio de Garcinia mangostana, para tratar enfermedades inflamatorias. Por tanto, la eficacia antiinflamatoria de esta planta no se limita a la presencia, únicamente, de α y γ-mangostina (47).
Un ensayo clínico comprobó el efecto de un suplemento dietético elaborado con mangostán, en el cual, los sujetos tratados durante 30 días con el producto, mostraron una mejoría de los marcadores inflamatorios y una mejoría general del estado de salud (48).
Por otro lado, se realizó otro estudio para evaluar el efecto de jugo de mangostán, sobre los indicadores de inflamación y los niveles de antioxidantes en obesos. El estudio incluyó tres grupos a los que se les administró, durante 8 meses, tres dosis diferentes del producto (XanGo ™), y un cuarto grupo placebo. Transcurrido el tiempo establecido, se observó una disminución de los marcadores inflamatorios y una tendencia hacia una disminución en el índice de masa corporal en los grupos que recibieron el zumo (49).
Actividad anticancerosa
El aumento en los últimos años de la incidencia de cáncer, ha traído consigo un creciente interés por la quimioprevención dietética en un intento ralentizar el proceso de carcinogénesis (50).
Se ha estudiado la actividad anticancerígena tanto de extractos de Garcinia mangotana como de sus xantonas aisladas.
Varias investigaciones científicas, han visto que las xantonas del mangostan poseen actividad anticancerosa, regulando las vías de muerte celular y suprimiendo la proliferación de células tumorales (11). También se han observado que pueden inhibir la iniciación, promoción y progresión de la carcinogénesis en varios modelos animales (50).
Ho y colaboradores (12) estudiaron los efectos citotóxicos de seis xantonas aisladas del pericarpio del mangostán sobre 14 líneas celulares (6 de carcinoma hepático, 4 de cáncer de pulmón y 4 de carcinoma gástrico). De todas las xantonas analizadas, garcinona E exhibió un amplio efecto citotóxico contra todas las líneas celulares estudiadas, excepto una de cáncer de pulmón. Además se observó que esta xantona ejerció un mayor efecto citotóxico contra la línea celular de hepatocarcinoma.
Moongkarndi y colaboradores evaluaron la actividad citotóxica de extractos del pericarpio del mangostán en un adenocarcinoma de mama. Observándose que uno de los extractos, inhibió la proliferación de la línea celular de estudio (13).
Shibata y colaboradores investigaron el crecimiento antitumoral y actividades antimetastásicas de α-mangostina en un modelo de ratón con xenoinjerto de cáncer de mama metastásico. Los resultados indicaron que el grupo tratado con esta xantona tuvo una tasa de supervivencia mayor, así como un volumen tumoral promedio menor. Igualmente se produjo una disminución de la densidad microvascular y de la capacidad de metástasis a ganglios linfáticos (51).
Asimismo, la administración de panaxantona (compuesta por aproximadamente 80% de α-mangostina y 20% de γ-mangostina) en la dieta de un modelo de ratón con tumores mamarios, produjo una disminución significativa de los volúmenes tumorales. Esto se asoció con la elevación de la muerte por apoptosis célular, antiproliferación y antiangiogénesis (52).
Otro ensayo realizado en células cancerígenas de mama, para evaluar la acción de diferentes xantonas (garcinona D, garcinona E, α-mangostina, y γ-mangostina) sobre la actividad de la aromatasa, (enzima encargada de catalizar la biosíntesis de estrógenos a partir de andrógenos, y cuya inhibición ha demostrado reducir la producción de estrógenos en todo el cuerpo a niveles casi indetectables, teniendo un efecto significativo en el desarrollo y progresión del cáncer de mama sensible a hormonas) (53); demostró que dichas xantonas ejercían una actividad inhibitoria sobre la enzima, siendo la más potente γ-mangostina. Por consiguiente, los suplementos dietéticos con mangostán podrían tener un potencial papel quimiopreventivo sobre el cáncer de mama hormono-dependiente, principalmente en mujeres postmenopáusicas (54).
En 2003, Matsumoto y colaboradores examinaron los efectos de seis xantonas del pericarpio de esta fruta en la inhibición de una línea celular de leucemia. Aunque todas las xantonas exhibieron una actividad inhibitoria significativa, α-mangostina presentó la actividad más potente (55). Posteriormente, el mismo grupo de investigación pudo demostrar que en fases tempranas, el mecanismo de apoptosis empleado por α-mangostina incluye la vía mitocondrial, ya que se observaron diversos parámetros de disfunción mitocondrial como hinchamiento, pérdida de potencial de membrana, disminución intracelular de ATP, acumulación de ROS y liberación de citocromo C (56).
Por otro lado, Chiang y colaboradores investigaron la actividad de extractos de 17 frutas consumidas habitualmente en Taiwán en varias líneas celulares de leucemia; demostrando que solamente el extracto del pericarpio de Garcinia mangostana exhibió una potente actividad antileucémica (57).
Nabandith y colaboradores examinaron los efectos quimiopreventivos a corto plazo de α-mangostina en ratas con lesiones preneoplásicas de colon. Ellos demostraron que la administración de α-mangostina inhibió la inducción y/o el desarrollo de criptas aberrantes o ACF (agrupación de glándulas anormales en forma de tubo en el revestimiento del colon y el recto, que se forman antes que los pólipos colorrectales, y que son uno de los cambios más tempranos observados en el colon que pueden conducir a un cáncer), y de proteínas implicadas en el proceso de carcinogénesis (58).
En otro estudio se investigaron los efectos antiproliferativos de cuatro xantonas estructuralmente similares: α-, β- y γ-mangostinas y de metoxi-β-mangostina, sobre células de cáncer de colon humano. Se demostró que, a excepción de metoxi-β-mangostina, las otras tres xantonas inhibieron fuertemente el crecimiento de las células cancerígenas, asociándose dicha eficacia con el número de grupos hidroxilo. La presencia de ADN nucleosomal reveló que los efectos antiproliferativos de α-, y γ -mangostina, estaban asociados con la apoptosis. También se produjo la detención del ciclo celular en fase G1 por α- mangostina y β-mangostina, y en fase S por γ-mangos-tina (59).
Watanapokasin y colaboradores analizaron las actividades citotóxicas y antiproliferativas de xantonas, tanto in vitro como in vivo. Los resultados de estos estudios revelaron que, in vitro, las xantonas inhiben la proliferación de las células diana y activan la cascada de caspasas (moléculas inductoras de apoptosis) e In vivo, se observó que, al administrar altas dosis de xantonas, el tamaño del tumor se redujo gradualmente, llegando a desaparecer en algunos ratones mediante apoptosis (60).
Aisha y colaboradores investigaron las actividad de un extracto rico en xantonas (81% α-mangostina y 16% γ-mangostina) sobre células de carcinoma colorrectal humano y ratones. En el estudio in vitro este extracto mostró una potente citotoxicidad, debido a la influencia de la vía mitocondrial (pérdida de potencial de membrana mitocondrial, inducción de la fragmentación del ADN y condensación de la cromatina) en la apoptosis. Además el extracto inhibió tres pasos clave en la metástasis tumoral; migración celular, invasión celular y clonogenicidad. La investigación in vivo se realizó mediante el análisis de la evolución de un tumor subcutáneo del mismo tipo de células, en ratones desnudos, después de la administración del extracto de xantonas. Se comprobó que la administración del extracto mostró una inhibición significativa del crecimiento del tumor, lo cual se hizo evidente por la reducción del número de vasos sanguíneos intratumorales y un mayor porcentaje de necrosis tumoral (61).
Tambien, se examinó el efecto anticancerígeno de α-mangostina en células de cáncer de próstata humano, comprobándose que esta xantona inhibe CDK4 (enzimas responsables de promover la progresión del ciclo celular y la transcripción de genes implicados en la replicación y supervivencia celular). Además α-mangostina promovió la apoptosis a través de la activación de caspasa-3 en las células cancerígenas.
Al administrar esta xantona por sonda oral a ratones desnudos con xenoinjertos, se observó una disminución en el volumen del tumor de aproximadamente el 65%, en comparación con el grupo control (62).
Por otro lado, Hung y colaboradores evaluaron el efecto antimetastásico de α-mangostina en una línea celular de carcinoma de próstata humano. Los resultados mostraron que α-mangostina exhibió un efecto inhibidor sobre la capacidad de adhesión, migración e invasión de estas células. Además fue capaz de inhibir la activación de los factores de transcripción NF-kB y AP-1, los cuales están asociados con la invasión y la metástasis de las células cancerosas (63).
Otras xantonas aisladas de frutos inmaduros del mangostán como mangostenona C, D y E junto con otras 16 xantonas han sido estudiadas con el fin de determinar sus propiedades citotóxicas sobre tres líneas celulares de cáncer humano: carcinoma epidermoide de boca, cáncer de mama y cáncer de pulmón. Se observó que mangostenona C tuvo un efecto citotóxico contra las tres líneas celulares; sin embargo, la α-mangostina exhibió los efectos más potentes contra la línea celular de cáncer de mama. Además, la gartanina fue capaz de inhibir la viabilidad de las células de cáncer de pulmón (64), efecto que también han demostrado α- y β-mangostina en otro estudio realizado sobre el mismo tipo de línea célular (65).
El efecto quimioterapéutico de la xantona α-mangostina ha sido estudiado sobre diferentes líneas celulares de cáncer de páncreas humano. Se observó que esta xantona inhibe la viabilidad de dichas células sin afectar a las células pancreáticas humanas normales de los conductos epiteliales. Además su administración en ratones desnudos con xenoinjertos produjo una disminución de los marcadores de proliferación celular (66). Esto supone un gran hallazgo si tenemos en cuenta la alta agresividad y tasa de mortalidad de este tipo de cáncer.
La propiedad anticancerosa de las hojas del árbol de Garcinia mangostana, también ha sido analizada en un estudio donde se midió la actividad de su extracto sobre células de melanoma. Se pudo comprobar que el extracto exhibió un efecto genotóxico en dichas células ya que indujo la fragmentación de ADN y la apoptosis, impidiendo el crecimiento tumoral (67). Esto ha supuesto un gran descubrimiento, ya que hace posible una mayor investigación de las hojas del mangostán, las cuales son muy abundantes en esta planta.
Actividad antimicrobiana
La alarmante generación de resistencias de microorganismos a distintos antibióticos, ha creado la necesidad de encontrar nuevos compuestos que puedan actuar de forma directa sobre dichos microorganismos, principalmente en aquellos con importancia clínica.
Laboratorios de todo el mundo han encontrado miles de moléculas que han demostrado tener efectos inhibidores sobre todos los tipos de microorganismos pero es necesario evaluar los distintos compuestos a estudios determinar su efectividad, su toxicidad (68).
Dada la importancia de investigar sobre la actividad antimicrobiana de los distintas moléculas presentes en la naturaleza, en nuestro caso, hemos analizado las actividades antibacterianas, antifúngicas, antivirales y antiprotozoarias de los extractos y xantonas aisladas de Garcinia mangostana, las cuales han sido demostradas en diferentes estudios (TABLA 1 y 2).
Actividad antibacteriana
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Sustancia
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Microorganismo
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Resultados
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Referencias
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Extracto de mangostán
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Propionibacterium acnes
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Activo. Posible tratamiento alternativo del acné.
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14
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Staphylococcus epidermidis
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α-Mangostina
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Enterococo resistente a vancomicina (VRE).
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Activo. Sinergismo con gentamicina.
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15
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Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA).
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Activo. Sinergismo con vancomicina, ampicilina y minociclina.
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α-Mangostina
β-Mangostina
Garcinona B
Garcinona D
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Mycobacterium tuberculosis
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Efecto inhibidor contra la bacteria.
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69
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Garcinona E
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L. biflexa serovar Patoc
L. interrogans serovar Bataviae
Leptospira interrogans serovar Autumnalis
L. interrogans serovar Javanica
L. interrogans serovar Saigon
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Activo.
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70
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γ-Mangostina
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Activo. Sinergismo con penicilina G en todas las bacterias a excepción de L. biflexa serovar Patoc (no interacción) y L.interrogans serovar Saigon (antagonismo).
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Extracto del pericarpio de mangostán
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Streptococcus mutans
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Reducción bacteriana del 50% a los 5 seg. y del 100% al minuto. Sinergismo con enzima papaína (Apacaries gel).
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71
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TABLA 1. Actividad antibacteriana de los extractos y componentes de Garcinia mangostana.
Actividad antifúngica, antiviral y antiprotozoaria
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Sustancia
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Microorganismo
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Resultados
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Referencias
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α-Mangostina
β-Mangostina
Gartanina
Garcinona D
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Fusarium oxysporum vassinfectum
Alternaria tenuis
Dreschlera oryzae
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Activo. Importancia de los hidroxilos en anillos A y C.
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72
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Extractos con
α-Mangostina
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Trichophyton rubrum
T. mentagrophyte
Microsporum gypseum
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Activo.
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73
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α-Mangostina
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Candida albicans
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Más activo que clotrimazol y nistatina en candidiasis bucal.
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74
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Extracto de
mangostán
α-Mangostina
γ-Mangostina
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VIH-1
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Actividad inhibidora sobre proteasa no competitiva.
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75
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Extracto con
α-Mangostina y
γ-Mangostina
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VHC
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Bloqueo replicación del genoma del virus.
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76
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α-Mangostina
β-Mangostina
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Plasmodium falciparum
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Activo.
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77
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TABLA 2. Actividad antifúngica, antiviral y antiprotozoaria de los extractos y componentes de Garcinia mangostana.
De la bibliografía referencia en las tablas, cabe destacar el dirigido a evaluar la actividad del extracto y xantonas aisladas de Garcinia mangostana en el virus de la inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1). Este estudio ha demostrado que los compuestos de Garcinia mangostana inhiben de manera no competitiva la enzima proteasa (IP), la cual está implicada en la multiplicación del virus (75). Su mecanismo de acción consiste en la interrupción de la diseminación del virus (78). Esto supone un hallazgo muy importante, aunque es necesario realizar más estudios que corroboren y especifiquen dicha actividad.
Control de síntomas neuropsiquiátricos y cognitivos
Algunos estudios han evidenciado la actividad del mangostán en el control de alteraciones neuropsiquiátricas.
Se ha visto que los pacientes con enfermedad de Alzheimer o Parkinson muestran una alta prevalencia de síntomas neuropsiquiátricos, que aparecen junto a las características principales de la demencia, las alteraciones cognitivas y las dificultades en el desempeño de las actividades de la vida diaria (79).
Se ha demostrado que la xantona γ-mangostina ejerce un efecto antagonista sobre los receptores de serotonina (mediador clave en la fisiología del estado de ánimo,), en concreto del subtipo 5-HT2A/2C. Esta actividad es importante si se tiene en cuenta la implicación de estos receptores sobre sistema nervioso central, en determinados trastornos psiquiátricos como la depresión, ansiedad, esquizofrenia, trastornos del sueño y alucinaciones. Uno de los beneficios de los antagonistas de estos receptores es su utilización como antidepresivos (nefazodona y mirtazapina).
También se ha observado que γ-mangostina regula el receptor muscarínico M4, el cual está altamente expresado en las neuronas. El bloqueo selectivo de este receptor interactúa con la transmisión dopaminérgica en situaciones patológicas como la enfermedad de Parkinson, produciendo un aumento de esta trasmisión y con ello la mejora de los síntomas motores de la enfermedad (16).
En otro estudio se investigó la influencia de las xantonas del pericarpio del mangostán (PM) en la función cognitiva. Se encontró que el tratamiento con PM redujo la muerte celular y BDNF (proteína implicada en el crecimiento y diferenciación neuronal) en una preparación del hipocampo de ratones. También se investigó los efectos de la dieta PM en ratones con Alzheimer. Después de 8 meses de la administración del suplemento dietético de PM, se atenuó significativamente el deterioro cognitivo asociándose con una disminución de la deposición de proteína β-amiloide y de la proteína p-tau. Estos resultados revelaron que el pericarpio del mangostán puede ser utilizado como complemento en la dieta para atenuar la disfunción cognitiva en la enfermedad del Alzheimer; no obstante, son necesarios más estudios que corroboren este mecanismo de actuación (80).
Por todo ello, en el futuro, los principios activos de Garcinia mangostana podrían considerarse como modelo para la creación de nuevos fármacos para el tratamiento de desórdenes neuropsiquiáticos (16).
Prevención obesidad
La obesidad, definida como el exceso de adiposidad corporal, junto con las enfermedades que lleva asociadas como el síndrome metabólico o la diabetes mellitus tipo 2, se han convertido en uno de los principales problemas de salud debido a su alta prevalencia (81).
El síndrome metabólico, constituido por la agrupación de varios trastornos entre los que se encuentran la obesidad visceral, dislipemia, hiperglucemia e hipertensión, supone un gran reto para los profesionales de la salud. Las medidas preventivas más eficaces, aunque menos practicadas, son las relacionadas con el estilo de vida.
Este es un factor esencial en el tratamiento de la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes mellitus tipo 2. Además de la alimentación, otros componentes como el ejercicio y la conducta también son componentes fundamentales.
La pérdida de peso es esencial, ya que se ha demostrado que reduce la mortalidad, mejora el perfil lipídico, reduce la presión arterial y la masa del ventrículo izquierdo en la hipertensión, reduciendo también, los marcadores de inflamación en la diabetes mellitus tipo 2. Además, también es importante llevar una alimentación saludable, siguiendo el modelo de Dieta Mediterránea (82); en la que predomina el consumo de alimentos de origen vegetal.
Hasta la fecha, sólo dos estudios clínicos realizados en sujetos obesos, han investigado la actividad contra la obesidad del extracto de Garcinia mangostana.
Stern y colaboradores realizaron un estudio en 60 sujetos con un IMC entre 30 y 40 kg/m2. Los participantes fueron divididos en dos grupos, unos recibieron la fórmula a base de extractos de Sphaeranthus indicus y Garcinia mangostana junto con una dieta saludable y ejercicio fisico y el grupo placebo. Después de 8 semanas se produjo una significativa reducción del peso corporal, índice de masa corporal, y la circunferencia de la cintura en el grupo experimental, donde además se observó un aumento significativo de la concentración de adiponectina sérica (citoquina secretada por el tejido adiposo, que regula el metabolismo energético, estimula la oxidación de ácidos grasos, reduce los triglicéridos plasmáticos y mejora el metabolismo de la glucosa mediante aumento de la sensibilidad a la insulina) (17).
El segundo estudio fue realizado en 95 sujetos, que recibieron extractos de Garcinia mangostana y unos hábitos saludables. En el ensayo se midió la glucemia sérica, lípidos, y los niveles de adiponectina. Los resultados en el grupo experimental, después de 8 semanas, fueron una reducción del peso corporal, de la circunferencia de cintura y cadera y un aumento en la concentración de adiponectina sérica, junto con la reducción de la glucemia en ayunas, colesterol, y triglicéridos (18).
Conclusión
La capacidad antioxidante, actividad antiinflamatoria, anticancerosa, y antimicrobiana, son algunas de las propiedades demostradas en la Garcinia mangostana. Sin embargo, muy poco se sabe mediante que mecanismos de acción sus compuestos ejercen una acción beneficiosa sobre la salud.
Por tanto, son necesarios más estudios, principalmente ensayos clínicos en humanos, que esclarezcan su mecanismo y su dosis de acción en el organismo para poder ser empleado como agente terapéutico.
Conflictos de intereses
Los autores declaran no tener conflicto de interés relacionados al estudio.
Bibliografía